Alter Vita

Porque la vida no es suficiente

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martes, septiembre 05, 2006

Una canción del ser y la apariencia (Cees Nooteboom)

Permitidme apropiarme una vez más de palabras ajenas, en este caso las del escritor neerlandés Cees Nooteboom, para abrir quizá un debate entre la comunidad letraherida; o, al menos, para sembrar de dudas (razonables) lo que a menudo hacemos sin pensar, como algo natural, que sin embargo, a poco que lo cuestionemos, revela su esencial extrañeza...
El libro es "Una canción del ser y la apariencia" (Galaxia Gutenberg), una especie de western crepuscular en el que el pistolero en decadencia es un escritor que ha dejado de ser el más rápido a este lado del Rin (estas historias sólo se cuentan en la literatura mitteleuropea), y se debate con una historia en ciernes (de cuyo proceso de nacimiento el lector es testigo privilegiado) mientras trata de establecer para sí mismo cuál es la necesidad del acto de la escritura... Pero mejor se explicará él:

"Hay algo inefablemente triste en los escritores solos en su despacho. Tarde o temprano llega un momento en sus vidas en el que dudan de lo que están haciendo. Quizá sería extraño si no sucediera así. Con el paso de los años la realidad se va haciendo cada vez más importuna, y al mismo tiempo menos interesante, precisamente por el exceso de la misma. ¿Hay que añadir realmente algo más? ¿Hay que apilar lo inventado encima de lo existente sólo porque alguien, cuando era joven y había vivido aún poco de lo que se llama realidad, hubiera inventado sin más algo de pseudorrealidad y consecuentemente todo el mundo le hubiera llamado escritor?"



Amén...


Ampliando:
"Tú crees que el mundo sólo existe cuando escribes. Tú, que no quieres escribir -porque parto de que alguien que no ha escrito durante un período tan largo de tiempo en realidad no quiere o no se atreve a escribir-, crees mucho más en la escritura que yo. Porque si el mundo sólo existe cuando escribes, entonces lo que en realidad estás diciendo es que sólo existes cuando escribes. Y eso significa -dijo retrepándose con satisfacción- que en cada momento debes tomar la decisión de si quieres vivir realmente o no. No dudas de la autenticidad de tus personajes, sino de la autenticidad de ti mismo. Si puedes inventar a alguien, también alguien te ha podido inventar a ti."

2 Comments:

Blogger José L. Muñoz Expósito said...

De esa inquietud escritura-realidad se han escrito las mejores páginas de la literatura del siglo XX. Kafka, Proust, Cortázar, ...

Pero es manifiestamente insano. Huir del problema no es solucionarlo, es más bien olvidarlo. Pero la vida (realidad) tiene las manos muy largas...

Mejor un compromiso? un equilibrio? Una vida exterior que respete la interior, una vida interior cuya parte real - en cuanto realizadora - sea aprovechada por la parte vida exterior, y, por fin, una vida interior cuya identidad no real (parte maligna, fantástica, imaginativa..) sea el alimento de nuestra literatura.

De esta propuesta he hecho mi vida, y, por supuesto, mi literatura...

Nos leemos

1:29 p. m.  
Blogger Julio Abelenda said...

Sí, lo ideal es el equilibrio. Pero yo, como el protagonista de esta novela (y como, quizá, su autor) siento precisamente que la realidad cada vez es más "importuna", más decepcionante, más refractaria a los intentos de embellecerla por medio de la palabra... En esas circunstancias, cuando la vida comienza a definirse hacia el gris y uno va perdiendo la voluntad revolucionaria, de transformar el mundo siquiera con la mirada, es comprensible plantearse por qué se sigue haciendo esto tan raro de escribir...

Mi única respuesta es la clásica: porque no sé hacer otra cosa.

12:28 p. m.  

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